Tuesday, July 19, 2016

PLAN URBANO DISTRITAL DE MIRAFLORES

Ayer lunes 18 de julio la Municipalidad de Miraflores presentó a un grupo de vecinos escogidos, según criterio que desconozco, el borrador final del nuevo Plan Urbano Distrital – PUD, estando la exposición a cargo del arquitecto Jorge Ruiz de Somocurcio, coordinador del estudio, y la ceremonia fue presidida por Jorge Muñoz Wells, Alcalde Distrital, acompañado de Rossana Raffo, Gerente de Desarrollo Urbano.

Sobre el particular, cabe recordar que según la Ordenanza Metropolitana 1862 MML (Capítulo V), basada en el Decreto Supremo 004-MVCS (Capítulo V), un Plan Urbano Distrital “orientará sus acciones, a los siguientes aspectos:
a) El tratamiento de áreas urbanas locales del distrito, con fines de renovación urbana
b) El sistema vial y el tránsito vehicular local
c) El control, la protección y conservación ambiental de áreas distritales
d) El equipamiento de educación, salud, recreación y seguridad a nivel local
e) La priorización de programas y proyectos de inversión urbana distrital
f) La identificación de áreas públicas distritales aptas para la inversión privada
g) Los retiros de las edificaciones
h) Las disposiciones relativas al ornato y mobiliario urbano”


La exposición del PUD mostró en líneas generales los fundamentos y alcances del instrumento trabajado, y entendemos que obviamente fue una síntesis bastante apretada del mismo, por lo que se deberá esperar la publicación del documento completo, para poder estudiar con mayor detalle la metodología seguida y las propuestas presentadas. Esto en el marco de validación con los vecinos y de aprobación por parte del Concejo Distrital, para con ello poder ser elevado al Instituto Metropolitano de Planificación de la MML para su revisión.

Fue una exposición breve, plagada de buenas intenciones e infinidad de “lugares comunes” pero de difícil puesta en práctica. De lo escuchado presencialmente en la exposición, y con cargo a revisar el documento que se suponemos se publicará próximamente, me pareció pertinente presentar mis comentarios:

a) Sobre el tratamiento de áreas urbanas locales del distrito, con fines de renovación urbana; no se mencionó absolutamente nada. Si bien son pocas las áreas del distrito que adolecen en su conjunto de las condiciones mínimas de habitabilidad, sí existen diversos predios con características de tugurios que urgen ser mejorados, lo cual exige un programa de renovación urbana municipal.

b) Sobre el sistema vial y el tránsito vehicular local; se mencionó que se privilegiaría el transporte no motorizado, principalmente el que se realiza en bicicleta, el cual no se mencionó como se articularía con el Sistema Metropolitano que entendemos se viene desarrollando. Si bien se presentaron vistas de mejoras en las aceras para algunas vías, siendo muchas de estas de competencia metropolitana, no se mencionó cual sería la estrategia para su ejecución toda vez que no depende del distrito. Se mencionó el reordenamiento y eliminación de parqueos y de la implementación de parquímetros, pero no sé mencionó como lograr las competencias para ponerlo en práctica. En síntesis, se hubiese esperado la propuesta de un Plan Integral de Mejoramiento del Espacio Urbano.

c) Sobre el control, la protección y conservación ambiental de áreas distritales; no se mencionaron mayores detalles de la situación ambiental actual, y menos los planes para mejorarla y por supuesto tampoco las metas o indicadores que permitan medir sus avances o retrocesos.

d) Sobre el equipamiento de educación, salud, recreación y seguridad a nivel local, y a pesar que se aseveró que se revertirá la tendencia al despoblamiento del distrito; no se mencionó las necesidades de equipamiento de educación, salud, recreación y seguridad a nivel local para esa futura población esperada, que se sumará a la existente, y cuyos indicadores de satisfacción tampoco fueron presentados.

i) Sobre la priorización de programas y proyectos de inversión urbana distrital; si bien se mostraron algunos proyectos, no se presentó ningún programa, y no se mencionaron cifras de inversión y menos aún criterios de priorización; una matriz de calificación que lo permita hubiese sido deseable conocer.

e) Sobre la identificación de áreas públicas distritales aptas para la inversión privada; se mostraron diversos espacios a ser desarrollados, sin embargo no se mencionaron los posibles montos de inversión, la factibilidad de recuperación de la misma por parte de los inversionistas y menos aún la dificultad que implicaría desarrollarlos toda vez que la gran mayoría, se desarrollarían en ámbitos de competencia metropolitana lo cual hace prácticamente imposible su puesta en marcha por la sola iniciativa privada y la voluntad distrital.

f) Sobre los retiros de las edificaciones; se mencionaron diversas propuestas de carácter formal para mejorar los volúmenes edificables e incluso propuestas de retiros laterales. Sin embargo no se mencionó casuística que permita numérica que permita demostrar su factibilidad, ni la normativa, de ser el caso de índole metropolitano, que lo promueva.

g) Sobre las disposiciones relativas al ornato y mobiliario urbano”; no se dio mayor detalle, habiendo sido deseable encontrar una propuesta de ordenamiento y estandarización del mobiliario urbano que reemplace al existente.

A mi juicio, lo más alarmante fue no presentar los montos de inversión requeridos para construir la “imagen objetivo” presentada para el distrito, ni el tiempo de implementación, ni las complejidades que exigiría el intentar llevarlo a cabo.

SI bien un PUD es un instrumento bastante acotado y débil para transformar radicalmente un distrito, sí puede ser la oportunidad para elaborar una visión que ayude a la formulación del Reajuste Integral de Zonificación de los Usos de Suelo y del Índice de Actividades Urbanas, que según la Segunda Disposición Final de la Ordenanza N°1911-MML deben ser presentados por los distritos a la Municipalidad Metropolitana de Lima antes de noviembre del presente año.

En síntesis, muchos dibujos, poca data, sin duda buenas intenciones pero nada referido a la gestión y la factibilidad de puesta en marcha del PUD. Estaré atento a la publicación del documento borrador final para luego de analizarlo, presentar comentarios con mayor profundidad.

Wednesday, May 11, 2016

FORO: PERU, PAIS DE CIUDADES / CHICLAYO, PERU


Distinguidas autoridades y asistentes

Agradezco la invitación a participar en este evento enmarcado en el proceso electoral que estamos viviendo, y en cual esperamos conocer con mayor detalle la posición de los grupos contendores en relación a los problemas relacionados con el fenómeno urbano en nuestro país.

A nivel general, quisiera empezar recordando que la ciudad es el mayor y más complejo producto creado por el ser humano pues ningún otro se le aproxima en complejidad e inversión. En ella tal como lo explica el Profesor Correa López al analizar el mito de Prometeo de Platón, “…existe la posibilidad de que los hombres nos podamos soportar unos a otros, vivir juntos a pesar de nuestras diferencias e intereses egoístas, lo que va a depender de la adopción de una ley común y del reconocimiento de dos principios básicos, como son la justicia y la equidad[i].
Esta tolerancia no está exenta de tensiones tal como lo ha descrito el sociólogo y urbanista Manuel Castells en sus múltiples escritos, dado que en esta convivencia urbana se contraponen la multiplicidad de visiones individuales de sus habitantes[ii].
Lo curioso de esta situación es que justamente en estos espacios de conflicto y a la vez de necesaria tolerancia es donde la humanidad ha encontrado la forma de desarrollarse de manera más eficiente y eficaz.
Edward Glaeser, prominente economista urbano de la Universidad de Harvard, en su fundamental libro “El Triunfo de la Ciudad”[iii], nos demuestra que los países más prósperos son aquellos eminentemente urbanos en contraposición a los países eminentemente rurales. Esta aseveración se fundamenta en que la ciudad propicia y permite el intercambio de ideas entre los seres humanos multiplicando las posibilidades de creación en los distintos campos del saber de manera directa y de forma muy dinámica.
Este triunfo de la vida urbana ha propiciado que las ciudades vengan creciendo aceleradamente debido a la migración rural  motivada principalmente por su aspiración al progreso personal y familiar; siendo así que más de la mitad de la población mundial ya es urbana. Este intenso proceso con patrones de consumo poco razonables pareciera que viene afectando la capacidad de sostén de nuestro frágil planeta a la vida humana y de muchísimas otras especies.
Para entender esta afectación empecemos por reconocer que la ciudad se cataloga como un sistema abierto, es decir es un sistema que consume más de lo que produce y para resolver sus necesidades básicas recurre a otros sistemas, por lo general naturales. Si además tomamos en cuenta que la gran mayoría de artefactos que actualmente consideramos necesarios para vivir no provienen de ella misma sino que son traídos mayoritariamente de fuera utilizando medios de transporte que utilizan combustibles fósiles, podremos comprender su impacto en el frágil equilibrio ambiental planetario.
Esta situación crecientemente alarmante, ha llamado a que en muchos foros internacionales y nacionales se exija procesos más eficientes y eficaces para casi todo el quehacer humano, el cual como dijimos está directamente relacionado con su modo de habitar urbano.
Lo curioso es que esta exigencia se haya vinculada directa y estrechamente al concepto de “sostenibilidad”, cuya definición según el Diccionario de la Lengua Española es aquello que se puede mantener durante largo tiempo sin agotar los recursos o causar grave daño al medio ambiente. Lamentablemente, su uso generalizado sin tener conciencia de lo que ello exige e implica, ha hecho que esta palabra sea calificada por muchos expertos como una “sprayword” o “palabra aerosol”, término utilizado para referir a aquellas que mucha gente utiliza, sólo porque debe ser usada, pero que usualmente no tienen idea de lo que implica.
Conviene por tanto ser muy cautos y cuidadosos de lo que implica cuando utilicemos este término. En el caso urbano, hacer una ciudad sostenible significa que debemos convertirla en un sistema cerrado, lo cual por su propia naturaleza no será posible lograrlo en un futuro inmediato, más espero podamos hacerlo en uno que lamentablemente todo hace pensar que será muy lejano. Sin embargo, esto no debe ser impedimento para que hagamos esfuerzos intensos y razonablemente encaminados para tender a ello tratando de ser más eficientes y eficaces en la forma como habitamos urbanamente en nuestro planeta.
Si observamos detenidamente como lo venimos haciendo, y principalmente como lo estamos haciendo en nuestro país, nos daremos con la sorpresa que lo hacemos de la peor manera posible, pues usualmente buscamos ocupar amplios territorios para tratar de cumplir el anhelo de la “casa propia” con el correlato de ciudades con muy baja densidad poblacional y sumamente extensas, que obligan a sus habitantes a recorrer enormes distancias para ir a sus centros de actividad, exigiéndonos además movilizar todos los servicios y bienes para satisfacer nuestras demandas diarias.
Pareciera que es urgente aprender a vivir urbanamente de manera más compacta, y también a movernos de manera más eficiente, lo cual exigirá una necesaria transformación de la estructura urbana de nuestras ciudades.
Lamentablemente este proceso transformación necesario, es más lento de lo deseable y por ello se produce a menudo lo que los urbanistas denominamos “obsolescencia urbana”, es decir el marco físico que alberga a la sociedad no responde adecuadamente a las distintas y cambiantes necesidades sociales, y peor aún en países de tradición latina como Perú donde esta situación se torna más delicada pues nuestro marco normativo que perfila el marco físico de la ciudad, es usualmente muy rígido y de difícil modificación propiciando que nuestras ciudades sean muy informales y por tanto sumamente ineficientes.
En síntesis, somos cada día más personas las que habitamos la Tierra de manera ineficiente en un marco físico que se torna obsoleto rápidamente, sin tener la capacidad social y política de diseñar los mecanismos legales y económicos necesarios para enfrentarlo.
En el caso de Perú y para tratar el tema de la cuestión urbana debemos empezar por recordar que nuestro territorio es muy variado y su accesibilidad muy difícil, por tanto el asentamiento humano en el mismo ha sido y es una empresa sumamente difícil. Sobre la base de los asentamientos prehispánicos, coloniales y republicanos, se ha configurado una ocupación territorial basada en lo productivo, extractivo y comercial, y que en la actualidad se ha desarrollado de manera intensa pero desequilibrada.
Según el Instituto Nacional de Estadísticas e Informática - INEI, a junio de 2011 el 74% de la población peruana vivía en Centros Poblados considerándosele como población urbana, mientras que sólo el 26% vivía en el ámbito rural; y para el año 2014 el Banco Mundial establecía que ya debíamos tener un 78% de población urbana, mientras que a nivel mundial el promedio para dicho año la ubicaba en el 53.4%.
Nos hemos transformado en una sociedad urbana de manera más acelerada que el promedio del planeta.
Según el Ministerio de Vivienda, Construcción y Saneamiento de Perú, esta población urbana de alrededor de 27 millones de personas vive en aproximadamente 7.5 millones de viviendas distribuidas en 98 mil Centros Poblados, repartidos en la tres regiones naturales del país, y donde la mayor parte de ellos se encuentran en la sierra con 70,504 centros poblados pero que sólo albergan al 17% de la población nacional, mientras que en la costa se ubican sólo 11,073 centros poblados albergando al 76% de la población. Y por supuesto es necesario también mencionar el caso de la selva, donde se ubican 16,434 centros poblados albergando al 7% de la población nacional en un territorio que representa el 59% del territorio nacional.
Se acentúa la tendencia a la concentración de población en pocos centros urbanos localizados de manera principal en la costa, con desigual ocupación principalmente en la sierra y selva, lo cual no permite el desarrollo eficiente de actividades económicas que aprovechen estos vastos territorios.
La costa sigue siendo el espacio históricamente privilegiado por la población urbana debido a la presencia de puertos que facilitan el comercio y la pesca, así como su asentamiento en valles, aunque muchos de ellos relativamente pequeños, que proveen el agua necesaria para la población así como algunos alimentos básicos.
Para gestionar el tema urbano en Perú se cuenta con el concurso de los gobiernos sub-nacionales locales y regionales y con la participación del gobierno central a través de sus diversas carteras ministeriales.  No obstante, cabe mencionar que la estructura política peruana privilegia el trabajo sectorial en contraposición a la realidad urbana, que por su propia naturaleza es multisectorial.
A los gobiernos municipales provinciales y distritales se les relega a un ámbito de administración no multisectorial y no se les ayuda a manejar integradamente las ciudades como a muchas otras de Sudamérica y del mundo que han emprendido procesos de desarrollo urbano con enorme éxito.
Urge por tanto pensar en cómo lograr la actuación multisectorial que exigen las ciudades ante una forma de actuación sectorial e independiente que no permite la integración, para emprender los necesarios cambios en nuestra estructura política.
Por si esto fuera poco, usualmente las actuaciones urbanas se hacen de manera no sistémica, es decir se actúa de manera particular sobre determinadas áreas sin tener en consideración su impacto en el conjunto urbano; es así que se construyen calles, parques, plazas, colegios, centros de salud, edificios de gobierno o residencias sin tener en consideración que operarán de manera integrada con la ciudad en su conjunto.
Debemos entender que siendo la ciudad un sistema, las actuaciones en alguno de sus sub-sistemas deben realizarse procurando impactos positivos en los demás sub-sistemas. No hacerlo impedirá que seamos eficientes y eficaces en el manejo urbano.
Para ilustrar esto mencionaré que por ejemplo es frecuente asociar el sub-sistema de movilidad urbana solo con el componente vial por donde circularán los vehículos sin considerar los tipos de transporte más adecuados para que la población se movilice. Esta visión reduccionista produce múltiples problemas, dado que está demostrado que la manera más eficiente de movernos es teniendo en consideración primero por qué nos movemos y luego como debemos hacerlo de manera más eficiente. Para muchas de nuestras autoridades nacionales y locales que están muy atentas al corto período de gobierno que tienen y a la usual asociación descrita, deciden optar por el cemento de puentes, pasos a desnivel, o calles para autos, que propiciar medios de transporte motorizado colectivo y transporte no motorizado que siendo mucho más eficientes exigen acuerdos más complejos y lentos entre todos los actores involucrados.
Pero no solo basta con pensar la ciudad como un sistema, sino que a su vez debe pensarse en función del sistema urbano mayor al que pertenece. Sobre el particular, cabe mencionar el estudio Perú - Hacia un Sistema Integrado de Ciudades [iv] elaborado por el Banco Mundial, donde se propone pensar las ciudades peruanas según la función que desempeñan dentro de su sistema mayor. 
Por un lado, las ciudades grandes son fundamentales para conectar los mercados internos con los mercados internacionales; tienen el potencial de ser importantes polos para la generación de conocimiento y capital humano; y pueden servir como centros administrativos nacionales y albergar a las principales instituciones del país.  
Por otro lado, las ciudades pequeñas deberían servir mayormente a un propósito regional, apoyando en la provisión de servicios básicos de calidad en sus áreas de influencia, y pudiendo ser usadas como centros administrativos locales que realizan labores de intermediación entre su área de influencia y los centros administrativos de mayor nivel.
El espacio entre estas dos escalas, debe ser cubierto por ciudades intermedias capaces de articular los grandes centros urbanos con las redes de ciudades locales. De esta manera se podría constituir un segmento urbano importante dentro de un sistema de ciudades que beneficia la productividad y el crecimiento.
Sólo Lima se podría categorizar como una ciudad grande, que se caracteriza por ser el Centro Administrativo Nacional del país, y poseer una amplia conexión con los mercados internacionales. Se constituye así en un polo para la generación de conocimiento y capital humano, así como para servicios, concentrando industrias de alto valor agregado pues requieren una fuerte integración y acceso a mercados internacionales.
Las ciudades en función de su población y con potencial para ser consideradas intermedias en Perú serían: i) en el norte: Chimbote, Trujillo, Chiclayo y Piura; ii) en el centro: Huancayo; iii) en el sur: Arequipa, Tacna, Cusco y Juliaca y iv) en el oriente: Iquitos y Pucallpa
Estas ciudades estarían llamadas a ser los Centros Administrativos de su Región, donde se desarrollarían servicios de conocimiento y capital humano para la economía regional, y deberían convertirse en polos para servicios e industrias que apoyan la actividad económica regional, teniendo la ventaja de que no requieren alta integración y no están afectadas por el alto costo de la congestión que sufre la capital.
Sin embargo, múltiples barreras impiden el desarrollo armónico de este “incipiente sistema de ciudades”, ya que pese a la alta congestión en Lima, aún muchas ciudades no ofrecen las mismas oportunidades que ella; entre las barreras podemos identificar:
·         Que adolecen de una inconsistente calidad de sus servicios públicos y privados
·         Que existen diversas barreras burocráticas
·         Que adolecen de una escasa planificación y errático manejo de la tierra
·         Que sus sistemas de transporte urbano son insuficientes y muy limitados
·         Que sus mercados laborales son aún precarios en comparación con la capital.
En el marco de toda esta situación surge la propuesta de ONU-Hábitat denominada “Iniciativa para la prosperidad de la ciudades”, que se define como una visión integral e integrada, esencial para la promoción del bienestar colectivo y la realización de todos los ciudadanos; mencionando que esta nueva visión ayuda a las ciudades a conducir el mundo hacia un futuro urbano próspero en términos económicos, sociales, políticos y ambientales. 
ONU-Hábitat nos indica que este caminar a la prosperidad se puede medir por medio del  “Índice de Prosperidad Urbana” – CPI por sus siglas en inglés, el que ayudará a los responsables del gobierno de las ciudades a que decidan intervenciones políticas claras.  Este CPI se concentra en ciudades de forma individual y mide la prosperidad a partir de cinco sectores:
           Productividad
           Infraestructura
           Calidad de vida
           Equidad
           Sostenibilidad ambiental.
En función de ello, ONU-Hábitat ha agrupado a las ciudades de todo el mundo en 6 categorías distintas, que van desde factores de prosperidad “muy sólidos” a factores de prosperidad “muy débiles”.
Luego de presentar este apretado y seguramente incompleto panorama, y esperando no estar entrometiéndome en el rol de los panelistas, me permito lanzar algunos retos sobre lo urbano que considero deberían enfrentar los futuros gobernantes de nuestro país:
RETO UNO: FORMAR CIUDADANOS
La tarea primera y más urgente a mi entender es formar ciudadanos, es decir enseñar a toda la gran población recientemente urbana a residir en una ciudad entendiendo que el bien común está por encima del bien individual. Sólo así nos comportaremos como personas que pueden habitar coherentemente estos espacios de interacción sin que nuestros actos perjudiquen a los demás.  
A mi modo de ver, urge incluir en la estructura curricular escolar esta materia para que desde niños, así como ahora se inculca que fumar es dañino, se aprenda que para vivir en una ciudad debemos respetar a los demás empezando por cumplir las normas elementales. Su cumplimiento no es un deber más, es la expresión de respeto hacia uno mismo y los demás.
Algunas preguntas ante este reto:
·               ¿Qué planes concretos tienen los dos partidos en competencia para educar a nuestros niños como ciudadanos?
·               ¿Qué planes concretos tienen para que nuestras ciudades estén pobladas por ciudadanos y no simplemente por habitantes?
RETO DOS: POSICIONAR LA CIUDAD EN LA AGENDA NACIONAL
Parece impostergable posicionar la ciudad en la agenda nacional para que exista dentro de la estructura política administrativa del país, con competencias reales y eficaces. Esto ayudará a que los gobiernos locales no sólo reciban los presupuestos adecuados sino tengan el marco jurídico que les permita ejecutar las acciones necesarias para luchar contra la permanente obsolescencia física. Si los gobiernos locales no son capaces de mejorar sus campos de acción y sólo se limitan a ver como la ciudad se desarrolla por sí sola, la consecuencia será un caos mayor al que actualmente percibimos.
Algunas preguntas ante este reto:
·               ¿Qué planes concretos tienen los candidatos para empoderar a los gobiernos locales y proveerlos de instrumentos legales y económicos para resolver la ineficiente e injusta situación de la mayoría de nuestras ciudades?
·               ¿Consideran que en su gobierno será posible reestructurar las ciudades de Perú para que el bien común prevalezca sobre el bien individual?
·               ¿Consideran que en su gobierno se podrá promulgar una Ley del Suelo, como lo han hecho los países que han logrado mejoras sustanciales en sus ciudades ayudando en una asignación más justa del mismo?
RETO TRES: FORTALECER EL SISTEMA DE CIUDADES INTERMEDIAS
Teniendo claro nuestra condición de ciudadanos y que la ciudad debe estar permanentemente en el debate nacional, deberíamos esforzarnos por cumplir la meta que nuestras ciudades operen integradamente como un sistema.
Para ello deberíamos promover el desarrollo y fortalecimiento de las ciudades intermedias en el marco de un sistema eficiente y eficaz de ciudades integradas. Su empoderamiento permitiría mejoras en su atractivo, procurando una mejor conectividad, en el marco de  un necesario proceso de planificación.
Algunas preguntas ante este reto:
·               ¿Cómo piensan poner en práctica los lineamientos esbozados por el CEPLAN, órgano competente en vislumbrar el futuro deseado para nuestro territorio y ciudades peruanas?
·               En sus planes de gobierno ¿proponen alguna forma de actuación conjunta e integrada entre el gobierno central, regional y local para procurar mejoras tangibles en el desarrollo humano en las ciudades de nuestro país?
RETO CUATRO: CREAR CIUDADES, NO BOLSONES DE VIVIENDAS
Los últimos gobiernos han mostrado una preocupación por resolver el problema de la vivienda sin tener en cuenta que este no sólo corresponde al espacio de residencia directa de los ciudadanos sino que también comprende necesariamente los equipamientos y sus servicios urbanos.
A pesar del enorme esfuerzo desplegado, la solución principal ha venido de forma directa de parte de los propios ciudadanos: enormes espacios de ocupación informal donde se espera que el estado provea la formalización y los servicios básicos junto con los equipamientos. Proceso enormemente costoso para los individuos y para el estado pues debe resolver situaciones de extrema gravedad en condiciones de absoluta ineficiencia.
Algunas preguntas ante este reto:
·               Durante su gobierno ¿cómo resolverán de manera eficiente y eficaz la ocupación informal de los suelos más vulnerables en nuestras ciudades?
·               Durante su gobierno ¿qué soluciones integrales propondrán para el mejoramiento de los barrios existentes?
·               Durante su gobierno ¿cómo enfrentarán las nuevas necesidades de asentamiento urbano? ¿Dónde quedarían estos nuevos asentamientos? ¿Quedarían en zonas cada vez más alejadas de los centros urbanos o en zonas centrales regeneradas?
RETO QUINTO: GESTION URBANA
Teniendo claro lo que se debe hacer debemos saber cómo se hará, se deben diseñar los ajustes necesarios a los distintos niveles de gobierno para lograr una gestión urbana integrada que resulte eficiente y eficaz. Todo nos demuestra que la actual forma de administrar nuestras ciudades no puede responder a las necesidades del siglo XXI y sobre todo a las urgentes necesidades de transformar la estructura de las ciudades.
Algunas preguntas ante este reto:
·               ¿Qué medidas tomarán para resolver el alto costo que significa mantener un abultado y lento sistema administrativo municipal donde el gasto corriente es alrededor del 75% y sólo el 25% para gasto de inversión?
·               ¿Qué medidas piensan tomar para lograr que los municipios distritales y provinciales por “hacer la obra de cemento”, sino compitan juntos como un sistema integrado?
·               ¿Seguirían las recomendaciones de ONU-Hábitat en relación a los indicadores de prosperidad urbana sabiendo que los resultados podrían mostrar la ineficiencia gubernamental sobre lo actuado?
Por último y como reflexión final debo mencionar que la ciudad llegó para quedarse, y por tanto es un hecho humano trascendental dado que en ella, a pesar de los conflictos, encontramos lo necesario para vivir y crecer como personas y como familias; debemos cuidarla  y aprender a vivir eficiente y eficazmente en ella.
En este marco reflexivo me parece pertinente terminar mi breve presentación recordando la frase del filósofo Julián Marías: “…la ciudad no la hacemos los habitantes, sino que la heredamos de nuestros antepasados”.
¿Estaremos a la altura de ser los buenos antepasados del futuro?
Gracias.





[i] “La ciudad: hábitat de diversidad y complejidad” / “La ciudad en la reflexión Filosófica” - Ciudad y Filosofía / Bernardo Correa López -Profesor Departamento de Filosofía, Facultad de Ciencias Humanas - Universidad Nacional de Colombia- ISBN 958-701-129-5
[ii] “Laberintos urbanos en América Latina” / "Local y Global: La Gestión de las Ciudades en la Era de la Información" / La Ciudad Multicultural / Jordi Borja y Manuel Castells. Serie Pluriminor ABYA-YALA-2000 Ecuador. ISBN 9978-
[iii] “Triumph of the City”/ Edward Glaeser / Macmillan. 2011. ISBN 978-0-230-75893-3 EPUB
[iv] “Perú - Hacia un Sistema Integrado de Ciudades – Una nueva visión para crecer” /  Banco Mundial – Notas de Política / Diciembre 2015 / Depósito Legal en la Biblioteca Nacional del Perú N⁰ 2015-17058

Sunday, March 23, 2014

Entrevista en la Revista PROYECTA Nº 23

Páginas 7 a 9:


http://issuu.com/construccionyvivienda/docs/proyecta_23_completa




REVISTA MÁS / COLEGIO DE ARQUITECTOS  – REGIONAL  AREQUIPA
El Metro de Lima  ¿Solución razonable?
Carlos Alberto Fernández Dávila A. Arq.-Urb. (FAUA-UNI/PERU)
Octubre 2013

Uno de los temas más acuciantes en las ciudades de América Latina es el relacionado con el deficiente transporte urbano de pasajeros, el mismo que contribuye dramáticamente al empobrecimiento de la calidad del aire urbano, generando múltiples problemas de salud en la población, además de los tiempos perdidos en embotellamientos.  Según el diario ABC de España, “…la Agencia Internacional para la Investigación sobre el Cáncer (IARC, según sus siglas en inglés), que forma parte de la Organización Mundial de la Salud (OMS), anunció este jueves 17.10.2013, que ha clasificado la contaminación del aire como carcinógeno para las personas. Esta decisión supone que la polución se eleva al Grupo 1 de la clasificación estándar de la IARC para evaluar los compuestos o factores físicos que pueden ser carcinógenos para los seres humanos, en función de las pruebas científicas”[i].
Lima, se encuentra inmersa en esta problemática y sus vecinos cada vez toman mayor conciencia de la dimensión del problema. En conjunto con el Puerto del Callao, la ciudad de Lima tiene una población que ya bordea los 10 millones de habitantes[ii],  y más de 16 millones de viajes se realizan diariamente mediante un ineficiente y caótico sistema de transporte hacen que una persona “…pueda llegar a perder hasta ocho años de su vida en transporte público”[iii].
Ante esta dramática realidad, en el Plan Regional de Desarrollo Concertado de Lima 2012-2025[iv] se propone una visión de movilidad urbana que propicia el empleo de transporte público masivo de pasajeros, así como los modos no motorizados de movilidad, dejando como última opción el transporte en automóvil particular.

Tomado del Plan Regional de Desarrollo Concertado de Lima 2012-2025
Mesa Movilidad[v]
En la actualidad y en paralelo al sistema tradicional, vienen operando dos sistemas de transporte público masivo de pasajeros; el primero es un Sistema Integrado de Buses de Alta Capacidad en Carriles Segregados denominado internacionalmente “Bus Rapid Transit” o BRT con unidades que utilizan como combustible el Gas Natural Vehicular – GNV, y operan de sur a norte en la Línea Nº1 del Metropolitano;  y el segundo es un Sistema de Trenes Eléctricos en Corredores Segregados y Elevados que operan también de sur a norte en el Primer Tramo de la Línea Nº 1 del Metro de Lima, antes conocido en Lima como “El Tren Eléctrico”.


Tomado del Plan Regional de Desarrollo Concertado de Lima 2012-2025
Mesa Movilidad[vi]
Para fines del presente año se anuncia la puesta en operación del segundo tramo de la Línea Nº1 del Metro de Lima, el mismo que completando el actual tramo en operación permitirá unir Villa El Salvador al sur de la ciudad de Lima, con el distrito de San Juan de Lurigancho, ubicado al noreste de la capital, y el más poblado a nivel nacional.
Asimismo y según últimas versiones periodísticas[vii], se acaba de aprobar el Estudio de Pre-Inversión a nivel de Factibilidad de la Línea Nº2 del Metro de Lima, con 35 km de extensión de este a oeste, uniendo subterráneamente el distrito de Ate con el Puerto del Callao, y con un ramal de atención al Aeropuerto Internacional Jorge Chávez.
Tomado de la página web de la AATE [viii]

A raíz de ello, y conociendo de la intensa polémica desatada entre los defensores de los sistemas de trenes urbanos y los de BRTs, resulta interesante reflexionar si la implementación de este sistema ferroviario de transporte urbano de pasajeros es el más adecuado para resolver de manera eficiente y eficaz parte del problema de transporte  en la ciudad de Lima, y si además será posible que pueda impactar positivamente sobre aquellas zonas que atenderá.
Los emprendimientos del Metro de Lima descritos se sustentan legalmente en el Decreto Supremo Nº 059-2010-MTC publicado en el diario oficial El Peruano, por medio del cual se aprueba “… la Red Básica del Metro de Lima - Sistema Eléctrico de Transporte Masivo de Lima y Callao” en virtud de la declaración de “…necesidad pública y preferente interés social” establecido en el Decreto Supremo Nº 001-86-MIPRE, de fecha 20 de febrero de 1986, y que adquiere mayor peso por medio de la Ley Nº 24565 promulgada el 30 de octubre del mismo año[ix]; creándose la Autoridad Autónoma del Proyecto Especial Sistema Eléctrico de Transporte Masivo de Lima y Callao – AATE, a la que se encarga las funciones de planificación, coordinación, supervisión, control y ejecución del sistema.
Casi diez años después, en agosto de 2005, se concluyó los “Estudios del Plan Maestro de Transporte Urbano para el Área Metropolitana de Lima y Callao” – PMTULC (Fase 1), elaborado por la Agencia de Cooperación Internacional del Japón – JICA por pedido expreso del Gobierno del Perú, y con la participación del Consejo de Transporte de Lima y Callao - CTLC, y  el Ministerio de Transportes y Comunicaciones del Perú -MTC, teniendo como horizonte el año 2025, y cuya “área de estudio abarca el Área Metropolitana de Lima, y Callao y sus alrededores”[x].  En estos estudios se establece un Plan de Actuación en cuatro sectores: Plan Ferroviario, Plan de Buses Troncales, Red Vial, y Plan de Administración de Tránsito, identificando 68 proyectos con una inversión total estimada de USD $ 5,535 millones[xi].
Enmarcado dentro del PMTULC se realizó el Estudio “Construcción del Corredor Vial de Transporte Público Masivo Este-Oeste, Carretera Central-Av. Grau - Av. Venezuela, Provincia de Lima; Lima, formulado por la Municipalidad Metropolitana de Lima, con código SNIP  42175[xii], en el cual se demuestra que para este corredor de movilidad pública, el sistema BRT – Bus Rapid Transit es mucho más pertinente de implantar que un sistema de metro (tren subterráneo). La solución recomendada en este estudio consiste en la “Implementación de un corredor troncal segregado de buses de alta capacidad para el transporte público de pasajeros de 16.92 km de longitud.  Esta solución que estudió la MML, iba a formar parte del sistema de líneas de “El Metropolitano” y por supuesto no podía incluir el tramo del Callao ya que sólo pudo formularse dentro del ámbito jurisdiccional de Lima, de allí la diferencia entre los 35km de la Línea Nº2 del Metro de Lima y los sólo 16.92 km del Metropolitano Línea Nº2. El monto de inversión estimado, incluyendo el material rodante ascendería a S/. 781, 407,737 (aproximadamente USD$279 millones).
En contraposición a este estudio que estuvo a punto de obtener su viabilidad, el gobierno central anunció la futura puesta en operación de la Línea Nº 2 del  Metro de Lima, en cuyo Estudio de Pre-Inversión a Nivel de Perfil para esta Línea Nº 2 y Tramo de la Línea Nº 4 del Metro de Lima (SNIP)[xiii], a diferencia del estudio anteriormente mencionado, sólo se evaluaron como alternativas de solución cinco distintos trazados de la ruta, más no se formuló, ni evaluó un modo de transporte alternativo al planteado.  Este anuncio motivó que la MML desestime los planes de implementar el Metropolitano Línea N°2.
Adicionalmente a lo mencionado, también llama poderosamente la atención las versiones periodísticas no desmentidas por la AATE ni por el MTC[xiv], en relación a que esta nueva Línea Nº2 del Metro de Lima de 35  km de extensión y próxima a concesionarse, requeriría una inversión que bordearía los 6,500 millones de dólares; es decir más de USD$ 1,000 millones de lo estimado en el PMTULC para todo el conjunto de proyectos para el Transporte Urbano del Área Metropolitana de Lima y Callao al 2025, y más de tres veces el monto mencionado por el Presidente Ollanta Humala en la presentación de este proyecto a principios del año 2012[xv].  
La situación se torna alarmante cuando se comparan los costos por kilómetro de ambos sistemas, asumiendo por supuesto demandas equivalentes y eficiencias operativas bastante similares:
·         Metro de Lima, Línea Nº 2:         USD $ 153.51 millones por km
·         Metropolitano, Línea Nº 2:         USD $   16.48 millones por km


Estudio de Preinversión a Nivel de Perfil de la Línea 2 y Tramo de la Línea 4 del Metro de Lima. INFORME 2 – ESTUDIO DE PREINVERSIÓN A NIVEL DE PERFIL.[xvi]

Y si bien la vida útil del material rodante del Metro es mayor; siendo de  35 años versus 10 años para el caso de los buses, también se podría decir que aún considerando dos renovaciones adicionales de toda la flota de buses, todavía seguiríamos teniendo que el costo por km sigue siendo bastante menor:
·         Metro de Lima, Línea Nº 2:         USD $ 153.51 millones por km
·         Metropolitano Nº2:                       USD $   33.73 millones por km

El análisis de los valores de inversión nos indican que el sistema BRT es el más apropiado, sin embargo para la determinación final es fundamental conocer la capacidad de atención por hora sentido de cada sistema; si la demanda supera la capacidad máxima que puede ofrecer un BRT no cabría duda que el sistema de Metro sería el adecuado, así costase más que el primero.  Según Angélica Castro, quien fue Gerente General de Trans-Milenio S.A. explica que este sistema puede llegar a movilizar hasta 40,000 pasajeros/sentido/hora, en comparación con los Metros que pueden llegar a movilizar hasta el doble.

Taller BRT-Guatemala 2008[xvii]

En el análisis que usualmente presentan los interesados en los sistemas Metro, generalmente no consideran los sistemas BRT dentro de las opciones de movilidad y mencionando sólo al sistema tradicional de buses en superficie.


Para el caso del Metropolitano Línea Nº 2 se estimó en el Estudio de Preinversión a Nivel de Factibilidad que la capacidad máxima de atención podría ser de hasta 27,000 pasajeros/sentido/hora con intervalos cada 20 segundos pero con difícil operatividad con buses articulados, para lo cual se requeriría un bus bi-articulado (capacidad de 200 a 240 pasajeros). Sin embargo, la demanda detectada y proyectada al 2025 llegaba sólo 16.755 pasajeros/sentido/hora y sólo para el tramo de mayor demanda (Av. Grau – Av. Nicolás Ayllón).
En relación a la capacidad requerida para la Línea Nº2 del Metro de Lima, las alternativas planteadas en el Estudio a Nivel de Perfil, van desde los 33,130 hasta los 82,000 pasajeros/sentido/hora en la Alternativa 5 propuesta y que es la recomendada.
La diferencia entre ambos cálculos de demanda llama la atención y merecería una explicación más detallada, toda vez que ambos sistemas se plantean en corredores similares, salvo en el tramo central donde el Metro pasaría por la parte central del distrito de La Victoria y no por la Av. Grau tal como se propone para el Metropolitano Línea Nº2, y por supuesto en el Metropolitano no se incluiría (a nivel de Bus Troncal) el Callao, el cual sólo sería atendido con buses alimentadores.
Al margen de la enorme diferencia de inversión entre ambos sistemas y asumiendo que la decisión de implementar este sistema de Metro para la interconexión de pasajeros entre el este y oeste de la ciudad de Lima, es de carácter político dado que a nivel técnico no se ve fácilmente sustentable, deberíamos cuando menos esperar que su implementación propicie:
·         Decrecimiento del uso del automóvil (privado o taxi) y de los sistemas altamente         contaminantes (combis, custers, y/o buses antiguos)
·         Inversión inmobiliaria densificadora
·         Variedad e intensidad de usos de suelos
En relación al primer punto, se debe evaluar la posibilidad que el sistema de transporte masivo que se implante logre cambiar los hábitos de movilidad para aquellos que utilicen el automóvil como primera opción. Al respecto, Louis de Grange[xviii], nos menciona que en Santiago de Chile “…ningún usuario habitual del automóvil querrá voluntariamente dejar su vehículo para subirse a una micro del Transantiago (BRT), pero sí podría pensarlo para subirse al Metro, tal como ha quedado en evidencia con la extensión de la Línea 1 a Los Dominicos, y en muchos otros estudios internacionales”; y citando a Lane (2008) menciona que “…sistemas de transporte masivo como Metro proporcionan una mayor comodidad y rapidez que los buses, y permiten una mejor integración con otros modos de transporte (autos, bicicletas y buses). Además, demuestran que el Metro atrae a más usuarios del auto que los buses y, en general, es más atractivo para aquellos usuarios que realmente tienen la posibilidad de escoger entre modos alternativos de transporte.”
No obstante lo anterior, y recordando que la tasa de motorización en la ciudad de Lima es una de las más bajas de América Latina, siendo de aproximadamente 60 automóviles cada 1,000 habitantes (Plascencia 2009) [xix] esta actuación debería ponerse como meta el reducir la incorporación de nuevos vehículos como opción al transporte “funcional” en la ciudad. Para ello, tal vez sería conveniente desarrollar estrategias comunicacionales como en Medellín con la denominada “cultura Metro”[xx], donde más que implantar un sistema de transporte, se ha tratado de promocionar un enfoque ante la movilidad urbana de las personas. No se debe olvidar que movilizarnos colectivamente implica un acto de convivencia y tolerancia, aspectos fundamentales de la gobernabilidad.
En relación al segundo y tercer punto, y citando a Ahmed y Miller (2000)  quienes “…llegan a la conclusión que el gasto público en infraestructuras de transporte y comunicaciones induce la inversión privada en los países en desarrollo”[xxi], podemos decir que siendo el Metro un proyecto de inversión pública con la participación del sector privado,  se debería considerar que es altamente probable que traiga como consecuencia una importante atracción de capital, además de resolver los problemas de tránsito detectados. Esta atracción tendría como destino prioritario las zonas alrededor de la ruta del sistema de transporte  que se implante. Es de esperar que la valuación del suelo en las inmediaciones de las estaciones del sistema suba debido a las facilidades que brinda el sistema, pero para maximizar dichos valores deberían tomarse las medidas legales necesarias para recibir adecuadamente este nuevo capital. Teniendo suelos de dimensiones pequeñas, como es el caso de la mayor parte de los recorridos de toda la Línea N°1 del Metro de Lima, y muchos de las futura Línea N°2, será imposible desarrollar importantes equipamientos y grupos residenciales que aprovechen las ventajas de movilidad que se les brindará; pero lo peor será que no se utilizará el medio implantado como elemento direccionante y ordenador del desarrollo urbano. Las diversas experiencias a partir de la teoría del Transit Oriented Development – TOD nos permiten visualizar como a partir de la movilidad urbana se pueden lograr comunidades más compactas, integradas y eficientes.
Por último, debemos nuevamente llamar la atención sobre las actuaciones no coordinadas entre los distintos niveles de gobierno del Estado, las cuales sólo pueden traer problemas y no soluciones. Procurar esta interacción implica desprenderse de intereses políticos de corto plazo y pensar unitariamente como sociedad, pero dado que esto es muy difícil en el ámbito político, los miembros de la sociedad civil somos los llamados a investigar, tomar conciencia y difundir estas ideas.

CARLOS ALBERTO FERNÁNDEZ DÁVILA ANAYA
Arquitecto-Urbanista (UNI-FAUA / Perú)


[iv] Ibídem
[v] Ibídem
[vi] Ibídem
[xi] Ibídem
[xviii] El Gran Impacto del Metro. Louis de Grange. http://www.scielo.cl/pdf/eure/v36n107/art07.pdf
[xxi] Ibídem